martes, 27 de octubre de 2009

Discusión VIII

En primer lugar, no he podido colocar enlace, porque esta vez la materia de nuestra discusión será sobre un extracto noticioso que temo no haber podido presentar. Sólo quiero aludir aquí, a cierta declaración que dio el vicepresidente Francisco Santos a los medios masivos de comunicación y que reprodujo la neutral cadena televisiva RCN. El vice se encontraba pues, en una reunión de negocios. Había sido llamada la mencionada reunión para apoyar a los comerciantes que tenían interés en buscar mercados para productos colombianos en regiones más amigables. En medio de la cháchara de los mercaderes, se presentó una intervención. Era el vice, que con voz confiada y benévola, decía que el conflicto con Venezuela y Ecuador "fue una bendición oculta". Yo, tan pronto escuché tan majestuosa y sabia explicación, intenté comprender la intención mediática que tenía. Sin embargo, no le gaste de mi tiempo a semejante tiempo. De repente, hoy me levanto y veo en la televisión este ser una vez más. Seguramente, podrán decirme que estoy confundiendo cosas o que nada tiene de extraño el hecho de que la declaración del vice saliera repetida como un conjuro mágico. Tal vez, los medios creen que son superiores a nosotros, que no vemos sus trucos de manos bajo las mangas. Enlazar en una misma imagen dos cosas contrapuestas debe tener algún sentido. El primero, qué es una bendición es sólo el comienzo. Así, aquella es la expresión de proteger del peligro al bendecido. En este caso, si la bendición es precisamente una enemistad, luego habrá que ver cómo ésta puede ser una bendición. Esto quiere decir que la enemistad es algo que nos protege contra un peligro. ahora bien, cuál es el peligro al que hace referencia el vice no está claro. Tal vez, el vice estaría pensando en la crisis económica que podría surgir en Venezuela. En todo caso dejaba por sentado que los mercados venezolanos no son confiables. En segundo lugar, lo de oculto es más difícil de entender. Yo entendería que se trata del presidente Uribe. En tanto el personifica a un hombre superior, puede dar bendición, pero no de aquellas de feligrés a sacerdote, sino de padre a hijo. Así, la imagen, sería algo así como el presidente Uribe con sotana, vendiciendo a Pachito, su hijo, con la cruz de la discordia venezolana.

martes, 6 de octubre de 2009

Discusión VII

Esta vez trataré un poco de la actividad profesional de la historia. Ella se centra en la recolección de fuentes primarias. Las fuentes primarias son rastros que dejan las sociedades grafológicas en lugares llamados archivos. Allí fundamentalmente trascurre una vida solitaria. Entre los millones y millones de folios recogidos, cientos de personas reunen allí sus vidas como empleados o agentes de la Beneficencia. En el archivo, una bodega lúgubre, con un vigilante a la entrada y una funcionaria cristiana primitiva, comparte lugar día a día con las carpetas y las cajas dispuestas unas aquí y otras allá el investigador social. En el encuentra recolectada información sobre los asistidos por la beneficencia. Los términos asilo, hospital, sala cuna y demás son los continuos susurros de los asuntos contenidos entre las hojas. El concepto, que usualmente tiende a lo más abstracto, de la Beneficencia hunde sus raíces en la caridad cristiana. Por ello junto a la Beneficencia encuentro siempre comunidades religiosas de diferentes órdenes. Así, desde muy entrado el siglo XIX, la Junta General de Beneficencia entró en contacto con los movimientos católicos de caridad. Entre ellos estaban las hermanas de la caridad dominicas de la presentación. Esta comunidad con tradición amplia en la administración y gerencia de los negocios de la asistencia social fue llamada para desempeñar una importante misión en el hospital San Juan de Dios y otros establecimientos de la Beneficencia. Durante mi estadía en sus archivos, he podido notar además una amplia gama de oficios que se desempeñaban en esta comunidad. En la medida que el orden religioso hace parte fundamental de lo que una comunidad debía ser, las hermanas de la caridad optaron por la vía católica. Sin embargo, el catolicismo es básicamente una concepción de la castidad propia de la casta sacerdotal. En este sentido, la formulación de una comunidad católica femenina, donde la fe al esposo amado mantenía un cierto vínculo de autonomía y reciprocidad de género, en Colombia implicó una presencia decisiva en la educación y la sociedad. Por otro lado, la comunidad mantenía un sólo enlace con las instancias concernientes a la diversificación laboral. Así, cada establecimiento contaba con superioras, bajo las cuales ningún otro poder podía contraponerse. Esa manera eficaz de hacer comunidad, las llevo a formar parte de muchos establecimientos de asistencia. Entre ellos, asilos de locos y locas, hospitales urbanos y rurales y otros tanto que ya no logro retener. En fin, después, tal vez, hablaremos de la concepción laboral de esta comunidad.

lunes, 5 de octubre de 2009

Discusión VI

Hoy el tema podría ser el obrero. En un día común y corriente de la ciudad uno encuentra edificaciones de todo tipo. Allí entre ellas, podría decir que se encuentra el obrero. Sin embargo, esa apreciación es desde todo punto de vista una cosa del sentido común. Y según nuestro intelectual aquí presente, detrás de ese sentido común todo es manifestación del caos. Por ello, debemos primero suponer que existe una clase obrera. Ella, creada desde los trasfondos de la historia, actúa como fuerza histórica en las fuerzas sociales que constituyen la relación de dominación constituyente de cada gobierno. Así, nuestro gobierno concibe el obrero como un hombre desposeído de capacidades naturales según una jerarquía preestablecida y manipulada. Ese obrero no tiene ni una cultura capaz de transformar su ser como parte de la historia, ni determinación de cambiar esa situación. Si bien los sindicatos consideran la representación de la clase obrera como tal su labor, aún queda un camino bastante distante para situarse más allá de la negociación del salario mínimo legal vigente. Si en realidad los gobiernos orientaran su preferencias por la situación de inestabilidad laboral, y la tomaran con seriedad, no tendríamos que estar viendo ese tipo de sonrisas que nos muestra la dictadura plebiscitaria de nuestra nación.
Ahora bien, en cuanto a la construcción de un obrero con cultura, nuestra sociedad mantiene una relación distante con él. Por ejemplo en nuestros diarios las referencias a actividades abstractas no permiten la concentración y fragmentación de una sociedad de trabajadores. En realidad, escuchamos pocas entrevistas de la gente del común. Por ejemplo, hoy precisamente, en mi deber escolar de leer un artículo en inglés, encontré que un obrero de una exitosa colchonería estadounidense sufre las consecuencias de la crisis económica. El haber escuchado su voz, fue algo agradable, muy amigable, por lo demás. En él su nivel de vida había cambiado profundamente. De un esplendor pasaba a una oscuridad tenaz. Tan sólo basta ver el color que debía lucir Wall Street en su octubre negro. Y así, yo sentía que ese momento era de escuchar una voz así y me hizo sentir preocupado, pero no para molestarme, sino para alarmarme. Por ello, yo considero que todavía es necesaria una generación de hombres del y para el obrero. Obras como la de Brecht ya caminan en esa ruta. En fin, el obrero es una producción de lo social.

Bueno, aparte de esto quiero mencionar dos proyectos que rondan en mi cabeza. Para mi, la discriminación es uno de los temas más profundos y apasionantes de la organización social. Yo considero que una sociedad donde la discriminación es tema de actualidad, habrá mayor consenso en la distribución de la riqueza. Tal vez esta vía es progresista, pero vale la pena intentarla. En un salón de clase por ejemplo sería una discusión amena, sobre todo imprimiéndole un poco de geografía. Por otro lado, mi sueño de tener una planta de tratamiento de desperdicio sólido reutilizable ya tiene varios auspiciantes, lo único complicado está en la cosa de ganar el baloto. Sin embargo, ahí está. Hasta pronto seguidores.