viernes, 6 de febrero de 2009




Dicusión I

¿Quién fue el primer presidente de Colombia?

¿Por qué obedecían a Bolívar?

Para responder semejante pregunta basta con tener dos cosas claras. La primera consiste en la definición de lo que políticamente se considera un presidente. La segunda qué significa primero y con relación a qué definición lo podemos relacionar. En cuanto al primer punto yo diría que nos aproximamos a un acertijo nada común. Así, un presidente tiene un territorio bajo su dominio. Pero ese dominio o poder no se restringe a su voluntad. ¿Qué significa esto? Que un individuo debe ser obedecido por unos subordinados que entregan su voluntad a ese individuo. Pero no lo hacen por la fuerza, sino por la vía de la representación. En términos generales, la existencia de una elite política se representa en un individuo que puede establecer el vínculo con el territorio de manera subjetiva. Las metaforas usada para denominar este individuo son por lo general referidas a conductores, bien sea de navíos, aviones, carros, etc... El territorio, entonces, no está bajo la guarda del conductor del pueblo, sino de la elite. Sin ellos no es posible el surgimiento de dicho poder o dominio. En la democracia, se considera al primero como la soberanía y al segundo como al legislativo. Por lo tanto, si existió un primer presidente en Colombia, éste debio seguir las dos condiciones anteriores para su aparición. En la primera, es decir, la soberanía, se necesitaba que un pueblo declarara, o mejor, la nombrara. Como bien es sabido esas nominaciones soberanas nunca se sobrepusieron a la anterior estructura. Cuando los españoles dominaban el territorio que hoy llamamos Colombia, éste estaba comprendido en el Virreinato de la Nueva Granada. Tan pronto, la elite criolla declaró su independencia de España el fraccionamiento de esa soberanía se iba a ver envuelta en crisis. En efecto, la Federación de las Provincias Unidas de la Nueva Granada y el Estado de Cundinamarca configuraron un soberanía dividida. No es tan sencillo indagar sobre la procedencia histórica de este fenómeno. Es decir, si era una continuidad o una discontinuidad con la soberanía del Estado español. En realidad, mi respuesta sería una ruptura con la soberanía construida durante la colonia, y su superposición con una continuidad de la realidad colonial de facto. Me explico. Con los territorios soberanos así declarados, se insinuaba un proceso de administración burocrática con un estado central con funciones judiciales y un conjunto de regiones autónomas en lo económico y cultural que se daba como consecuencia del poder central que operaba al margen de este sistema. Luego, cuando el soberano cae, o simplemente, abdica, se muestra el conflicto territorial que sólo él podía contener. Por ello, la historia de nuestro ejecutivo no se da como una sustitución de un soberano, sino como una apropiación de una soberanía dividida. En este sentido, el territorio que hoy llamaríamos Colombia no tiene presidente, porque su nombre sólo vendría a la luz en una conocida carta. ¿Cuál fue dicha carta? Esto seguirá en la discusión siguiente.

1 comentario:

docenciasolidaria dijo...

Felicitaciones por tan elaborado trabajo al expresar los hallazgos de su disciplinada labor con la historia.
Ávidos quedamos de conocer la segunda discusión.
¡Salud!