miércoles, 28 de abril de 2010

Política y financiación

Esta es una conferencia de Noam Chomsky muy interesante en la que nos ilustra sobre la relación política y economía.

Mi podium

En primer lugar quiero hablar de la interesante disposición que desplegaron los candidatos en el debate. El orden de las encuestas los colocó en tres niveles. En el primero, Santos y Mockus; en el segundo, Lleras y Noemí, y, en el tercero, Petro y Pardo. Sin embargo, el orden histórico los dividió en conservadores y liberales. Esto es algo que debe, desde luego, matizarse. El liberalismo de Santos y Lleras no es el mismo de Pardo. Asimismo, el conservatismo de Noemí y Mockus no es comparable con el de Petro. Al final, tenemos dos partidos o posturas políticas claras entre los seis candidatos, la liberal y la conservadora.

Empecemos por la conservadora. En la historia, el individualismo cívico es una completa aberración, que sólo puede darse en un país como este. Mockus es un político que cree en la personalidad carismática y librepensadora de los académicos, en los resultados del esfuerzo personal adecuadamente dirigido y en el amor a sí mismo como negación de la cruda realidad. Además, profesa, el profesor Mockus una inclinación particular por las normas cívicas por encima de cualquier corporación, aunque él reconoce que la iglesia debe proteger las finanzas públicas del demonio, dado que son el principio de la corrupción. Es decir, que de ese individualismo radical como concepción del individuo, Mockus pasa a una interpretación de los problemas sociales, remontándose al civismo católico que nos caracteriza. Eso, precisamente, lo hace conservador por fuera, pero liberal por dentro. Con relación a Noemí, no se tiene que mencionar prueba alguna, excepto que su región y su familia son parte integrante del partido conservador, que hace un uso inadecuado de la figura femenina en la política para mostrarse liberal por dentro. Por último, está Petro. Es una figura draconiana, con cierta inclinación por los ideales de la revolución francesa. Sin embargo, su vínculación con la única tercera fuerza política colombiana que ha sobrevivido hasta hoy es la evidencia de su conservatismo. A esto debo añadir, particularmente, que la Anapo, para mi, es una tercera fuerza conservadora por la naturaleza misma de nuestra historia política, aunque actualmente atraviesa un saludable tránsito hacia el ideario democrático-radical.

Pasemos ahora, a los liberales por fuera, pero azules por dentro. De Pardo, nada que decir. El niño consentido del liberalismo con su larga tradición política en la maquinaria electoral y el gobierno. Lleras y Santos son los hijos de la "rebelión" contra la tradición liberal. Ambos descienden de políticos liberales reconocidos de centro-derecha. Sin embargo, le deben ambos, a Uribe, la derrota de la tradición bipartidista (pero no sólo esto, por lo demás) con su particular caudillismo regionalista.

Por último, quiero hacer el podio del interesante debate de anoche. En primer lugar, está Santos. El motivo de esta elección no necesita de argumentos, dado que en el fondo la razón me asiste. En segundo lugar, queda Vargas Lleras, ya que él pudo salvaguardar y reflejar el valor del honor que caracterizó la herencia política colonial criolla.  En tercer lugar, Petro, por su personificación de Robespierre. En el último, quedaría Pardo, Noemí y Mockus. Este último, porque mostró temor cuando lo elevaron a las alturas de las decisiones presidenciales, así como también un cierta inclinación por el sarcasmo que nubla la visión a largo plazo necesaria para el cargo al que aspira. Por último, Noemí y Pardo confudieron debate con comedia y farsa, respectivamente.  

lunes, 26 de abril de 2010

El Canto de la Patria herida

A esta tierra, no la llamo patria
A estos seres, no los llamo hermanos
A esta luz, no la llamo día
A este viento, no lo llamo esperanza
A este dinero, no lo llamo riqueza
A sus ojos, no los llamo sapiencia
A sus manos, no las llamo paciencia
A sus palabras, no las llamo ilusiones
A sus risas, no las llamo libertad
A su llanto, lo llamo hipocresía
A su dolor, lo llamo cinismo
A su guerra, la llamo diversión
A su esfuerzo, lo llamo envidia
A su nostalgia, la llamo venganza.

martes, 20 de abril de 2010

Discusión X

Hoy, simplemente, quiero irme con lanza en ristre en contra del columnista del espectador Cesar Rodríguez. En realidad no conozco mucho sobre él, pero me basta con su desfachatada ignorancia para no querer saber cosa alguna. No puedo creer qué tiene una persona en su cultura política para expresar semejante proposición. El piensa que un el fenómeno Mockus es comparable con el fenómeno Obama. Mire, en primer lugar, coja oficio, porque parece que es bastante adulador y maniqueista, y que gusta de la moda y de los espectáculos superficiales de la decadente sociedad criolla. Digo esto, porque no puede creer que estos dos fenómenos tengan algo en común. Según el autor este, ambos son "outsiders". Si tuviera al menos un poco de profesionalismo y no sólo el esnobismo cosmopolítica prestado, citaría su fuente. Yo, por ejemplo, no encontré ninguna mención sobre Obama en el New York Times como un outsider. Tal vez es la liviandad y la desfachatez característica del pensamiento político colombiano la que aplica en esa columna. Además, cómo puede ser un outsider un político demócrata que siempre estuvo en la maquinaria, a no ser que su raza sea el único elemento que lo haga un extraño. Pero vuelvo y repito que eso se cae por su peso, pues en los Estados Unidos los afroamericanos son marginados, pero tiene la posibilidad de estudiar en las mejores universidades y formar parte de los partidos políticos tradicionales. Así que no entiendo cuál es el motivo de llamar en su pensamiento formal a una semejanza sin pies ni cabeza como ésta. Yo no podría decirle que le falta ceso, porque eso sería otra cosa. Lo que me impresiona es que no se de cuenta que Obama pudo, después de varios gobiernos republicanos, llevar a los demócratas al poder. Por otro lado, como va a ser un "outsider" un senador de los Estados Unidos por el Estado de Illinois. Esto tampoco me queda claro. En fin, el hecho de ser un outsider por su color de piel, creo que es más un pensamiento racista que otra cosa. Es decir, que los votantes eligen al "outsider" y no al orador fervoroso y clarividente, al líder juvenil, al abogado, al cariñoso esposo, al dedicado padre, al incomprendido adolescente etc... Es una verdadera vergüenza lo que se produce en el país de Macondo.